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Objetivos

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Los fines esenciales del Servicio Provincial de Bibliotecas son, independientemente de desarrollar las energías del sistema bibliotecario implantado en la provincia, el incremento de los fondos bibliográficos y/o audiovisuales en sus diferentes soportes, el fomento de la lectura mediante el impulso de campañas y la formación de los profesionales que se encuentran al frente de cada biblioteca.

DERECHO A LA INFORMACIÓN

Promover el derecho de nuestros conciudadanos a la información significa otorgarles la posibilidad de beneficiarse de un servicio público de lectura. Esta filosofía ha implicado la creación de numerosas bibliotecas y agencias de lectura públicas en nuestra Comunidad Autónoma, fundamentalmente en la década de los noventa del siglo pasado con la campaña “Ni un pueblo sin biblioteca” emprendida por la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. Y esto ha sido así, en primer lugar, para paliar la situación deficitaria que se arrastraba en este terreno, por una parte y, además, porque hoy día las bibliotecas de uso público se han impuesto como una necesidad social.

El acceso al libro y a la información, muy difícil para muchos núcleos de población, y la ausencia en su justa medida y dotación de bibliotecas escolares en nuestro país, ha empujado a los estudiantes a las bibliotecas públicas municipales, convirtiéndose, por ello, en elemento educativo y cultural indispensable.

Las funciones más características que actualmente ejercen las bibliotecas son:

  1. Educativas
  2. Lúdicas
  3. Informativas

La biblioteca, en sí misma, se constituye como un derecho y una necesidad para todos, radicando su fuerza, precisamente, en el servicio que presta a toda clase de usuarios, independientemente de cual sea su edad, condición y situación social, económica y cultural.

PERSONAL

Una biblioteca pública, por su carácter oficial, necesita personal especializado y convenientemente formado, además de dispuesto a ser vocacional.

Para que los fondos de una biblioteca puedan consultarse, prestarse y ponerse a disposición de los usuarios necesitan un proceso técnico que los responsables de las bibliotecas deben conocer. De lo contrario, el servicio que se les preste será deficiente e irá en detrimento de su uso.

El bibliotecario, por tanto, debe convertirse en un auténtico dinamizador cultural, realizando su trabajo en conexión con asociaciones cívicas, culturales y grupos con singularidades diferentes.

No en vano “los bibliotecarios públicos de pequeñas poblaciones son los intermediarios entre el territorio de los libros, que es inmaterial y riquísimo, y la gente que todavía no ha abierto ventanas a ese territorio o que las está abriendo. Depende muchas veces que den con un bibliotecario vocacional o con un burócrata que ese mundo se descubra o no. De manera que yo creo que hacen una labor impagable por muy modesta que la sociedad la considere”. (Juan José Millás)

INCREMENTO DE LOS FONDOS BIBLIOGRÁFICOS

La biblioteca deberá contar con un fondo general de libros, diarios, revistas y material audiovisual, además de otro especial infantil y juvenil y una sección importante de temas locales y regionales.

Los fondos de la biblioteca permitirán el acceso a todas las ramas del conocimiento humano y han de responder a algunos criterios básicos: facilitar el acceso a la cultura literaria, dar respuesta a las cuestiones surgidas en la vida cotidiana y proporcionar también aquellas obras necesarias para la evasión y el placer. Han de presentar, en definitiva, a los lectores, obras de actualidad y sobre los problemas de su tiempo.

A la hora de fijar el número de volúmenes idóneo, el equilibrio entre la demanda y los medios disponibles, se antoja complicado, pero, sin embargo, la cifra mínima ha de ser fijada en 0,5 volúmenes/habitante para iniciar una biblioteca, según normas internacionales ya establecidas. Las ampliaciones deben permitir alcanzar 1,5 a 2 libros/habitante, cifra también recomendada de forma universal. De ellos, la proporción infantil ha de ser de un 25 a un 30 por 100 del total de la colección de la biblioteca.

USUARIOS

El destinatario natural de la biblioteca es, obviamente, el lector. En ella debe encontrar lo que en términos técnicos se denomina “libre acceso” o el libro al alcance directo de la mano y contar con una adecuada señalización en los estantes catálogos accesibles en la sala, servicio de préstamo con amplias modalidades, horarios de apertura oportunos y compatibles para la mayoría de la población, servicio de información al lector, etc.

FOMENTO A LA LECTURA

Una parte de la población acudirá espontáneamente a la biblioteca en el momento de su apertura, pero para el resto de los habitantes que ignoren su existencia y los servicios que pueda prestar, los promotores de la creación de la biblioteca deben desarrollar una labor previa de información, de anuncio de su apertura en la prensa o boletines locales, ayuntamientos, comercios, peñas, asociaciones, redes sociales, etc. y utilizar, para atraer a futuros usuarios, las técnicas y nuevos soportes con los que contamos hoy. Una vez en funcionamiento pueden celebrarse en la biblioteca sesiones de “formación de usuarios”, que consisten en explicar, generalmente a grupos (vecinos o escolares), los recursos y servicios que la biblioteca puede ofrecerles.

REDES SOCIALES

Cada vez hay más responsables de bibliotecas que tienen clara la importancia de las redes sociales como vías de comunicación y difusión para llegar a sus usuarios, en las que lo importante no sólo es la difusión que se le pueda dar a los servicios, actividades y noticias de las bibliotecas, sino unos medios sociales desde los cuales se debe buscar la interacción con el usuario que está al otro lado. No basta con la simple publicación en los distintos medios, sino que hay que transmitir, escuchar y animar a los usuarios a participar en la conversación y en los retos que se les propongan. La finalidad es crear comunidad alrededor de la marca de la biblioteca donde el usuario sigue siendo tan protagonista de los servicios que presta como si estuviera en las propias instalaciones.

Estar en los medios sociales no significa que haya que llegar el primero ni tampoco que sea obligatorio. Una biblioteca debe empezar su andadura en este ámbito cuando considere que es el momento oportuno. Eso sí, la presencia de las bibliotecas en los medios sociales puede llegar a ser beneficiosa para ella por cuestiones relacionadas con la visibilidad, el posicionamiento y la reputación. Evidentemente, de forma previa, sería conveniente hacer un estudio de viabilidad y de los motivos por los que se quiere estar, valorar si esa circunstancia puede llegar a ser positiva o, en cambio, puede que llegue a ser una pérdida de tiempo. Es de suma importancia la preparación previa antes de dar ningún paso, ya que una vez que se da este importante paso ha de venir acompañado de decisión, dinamismo, capacidad de iniciativa y constancia en la ejecución del «plan».

Las claves sobre las que debe pivotar la utilización y el seguimiento de las redes sociales en las bibliotecas pueden ser :

  • Visibilidad, posicionamiento y publicidad.
  • Atracción de lectores, fundamentalmente juveniles.
  • Actualización.
  • Retroalimentación.
  • Conexión.
  • Aprender y enseñar, de forma interactiva, de otros y/o a otros
  • Formar grupos de lectura on-line.
  • Dinamización de contenidos.
  • Consolidación de los usuarios y búsqueda de otros nuevos.
  • Ofrecimiento de servicios.
Contacto

Servicio Provincial de Bibliotecas

Avda. Antonio Masa Campos, 28

06011 - Badajoz

Tfno.:924 212 240

Fax: 924 212 251

ccbib@dip-badajoz.es Correo electrónico


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